Las aventuras en el planeta azul

Policarpio me hace llegar estas fotos recién sacadas del horno en donde podemos ver al Tío L con su novia y futura esposa la Tía Monja y la pequeña hija que ha nacido de esta bella unión anidada en el cielo, la pequeña lleva por nombre Maki del Divino Pastor y pronto podrá quitarse los hábitos para llevar una vida normal.

Cuenta la historia que el Tío L después de haber explotado su bunker se encontraba en el Hospitalito Opus Dei de San Antonio de los Altos cuando a una hermosa monja le fue encomendado su cuidado. En un principio la pobre monjita quedaba atolondrada con los cuentos e historias de carros, aceites, llaves inglesas, clips y discos de Roberto Carlos pero poco a poco la bondad infinita de esta pobre mujer que no sabe lo que ha hecho hizo que germinara el encanto y la ilusión entre los dos, la Tía Monja visitaba al Tío L a escondidas en las noches con la excusa que el pobre estaba mal herido y necesitaba atención continua.

Ya más recuperado el Tío L fue dado de alta pero su corazón permanecía robado dentro de aquel hospital, la Tía Monja lloraba por las noches lamentando la pérdida de su amor furtivo y todo parecía haberse quedado en un sueño de hadas. El Tío L prometió que volvería por ella y compró un disfraz del Zorro en Sabana Grande con unos reales que se encontró en el bolsillo y se lanzó a la conquista de la Tía Monja.

Usando a Armando Martínez como señuelo logró distraer a los porteros del hospital quienes adormecidos por la habladera de tonterías de este personaje se atolondraron y permitieron la entrada del Tío L al hospital, con cautela y disfrazado de El Zorro tocó la puerta de la habitación de la Tía Monja y la raptó cual héroe de película.

Una vez afuera del hospital llegó el turno del Tío Piloto quien con tal que el Tío L no lo fastidiara más accedió a aterrizar un Boeing 727 que se robó de un hangar en Maiquetía en plena Avenida Principal de San Antonio de Los Altos, después de sortear algunos inconvenientes pues el Tío L le había quemado los manuales del 727 cuando su bunker explotó el Tío Piloto tocó tierra haciendo una pirueta nunca antes vista en los anales de la aviación, allí vestido de Zorro uno y de Monja la otra esperaban paraditos, se subieron al avión y cuando Martínez trató de subir el Tío Piloto lo repelió activando uno de los toboganes de emergencia cayendo el gran Armando 30 metros más allá, por fortuna lo recogieron en el hospital y al parecer está saliendo con otra de las monjitas que allí laboran.

El poderoso trimotor despegó nuevamente y el Tío L se sacó del bolsillo una cajita de terciopelo y se arrodilló frente a la Tía Monja y se lo entregó, adentro había un clip y un vale para comprar un anillo cuando el Tío L monte su posada en Mérida.

La familia está muy contenta y todos esperan con afán el día anunciado para el matrimonio.

El Boletín Oficiail del Opus Dei en Roma ha lanzado un ultimatum a la Tía Monja y promete pagar una recompensa de $ 250.000 por la cabeza del Tío L, Policarpio está considerando entregarlo a las autoridades....