Las aventuras en el planeta azul

El Tío L logró montarse en un barco pesquero después de haber sido despedido por Mickey Mouse y viajó hasta Aruba, de allí convenció a unos pescadores que lo llevaran hasta Las Piedras a cambio de unos clips y finalmente agarró un autobus hasta Caracas. Al llegar al terminal del Nuevo Circo y con la deuda de $ 2.500 encima pensó en una manera fácil de ganarse unos reales.

Mickey Mouse cuando lo despidió le regaló unos "Disney Dollars" y el Tío L convenció a una incauta vendedora en Rori en el Boulevard de Chacaíto que le vendiera un traje a cambio de esos dólares que encandilaron a la pobre muchacha que nunca había visto dinero con Mickey Mouse, el Pato Donald y Pluto en vez de Bolívar y Páez. Después pasó por la Librería de Nacho y sin que nadie lo viera sustrajo un Libro de Historia del Arte, finalmente se fué a su bunker y buscó un sombrerito que usaba su Tío Tomás en sus días en MIT. Así y con la velocidad de un relámpago el Tío L era ahora Profesor Catedrático de Historia del Arte. Caída la noche y usando su clásica habilidad para inventar redactó un Curriculum Vitae en donde entre otras cosas era Maestro graduado en La Sorbona, con Master en Historia del Arte por La Universidad de Vienna y había realizado varios cursos y dictado varias conferencias en diversos museos, universidades y colegios alrededor del globo terráqueo.

En la mañana le pidió la cola a su hermano Rafa y le dijo déjame por ahí, con mucha calma se fué caminandito hasta el Instituto Cumbres de Caracas, entró y pidió hablar con el Padre Genaro, le dijeron que ahí no había ningún Padre Genaro y entonces dijo "a debe ser una confusión, yo vengo a entregar mi Curriculum para ver si necesitan un profesor de Historia del Arte". La secretaria viendo aquella pinta y el sombrerito pensó "mejor llamo al Padre Ortiz y que hable con este loco". El Padre Ortiz que tenía 6 meses buscando un profesor de Historia del Arte no lo pensó dos veces y al ver a aquel individuo vestido así pensó "este es el propio para que le de clases a esos zátrapas y bandidos que estudian aquí, lo van a matar pero bueno al menos que me firme las actas que hay que enviar al Ministerio de Educación y en las vacaciones me encargaré de buscar un profesor serio". En un dos por tres y sin mirar el Curriculum el Padre Ortiz contrató al Tío L y le dijo empieza mañana.

A la mañana siguiente el Tío L llegó al salón de clases y sacó su librito, los alumnos no sabían si llorar o reirse al ver a Uncle L con su sombrero. Se sentó y dijo "Buenos Días queridos muchachos, mi nombre es Leopold Ignazius y soy su nuevo profesor de Historia del Arte". Seguidamente dijo "hoy vamos a hablar de la obra de arte: teoría, función y actualidad." Al decir esto el mismo ni se podía creer lo que estaba haciendo y les dijo a los alumnos, "miren a ustedes les gustan los carros?", los alumnos replicaron "siiiiiiiiiiiiiii", el Tío L volvió a respirar y dijo "bueno para entrar en confianza hoy vamos a hablar de bujías, aceite de motor, transmisión y llaves inglesas" y comenzó a hablar como borrachito de plaza durante dos horas. Los alumnos no entendieron bien pero cualquier cosa antes de escuchar una clase de historia del arte.

De esta manera el Tío L se fué ganando a sus alumnos, hablaba cada vez más y más tonterías de carros y de motores, de cables y cauchos y cada vez que entraba el Padre Ortiz el Tío L brincaba y decía "como venía diciendo el arte es la forma de expresión desde los más antiguos tiempos y por eso es muy importante que estudiemos a fondo la realidad artística en la época medieval" o alguna otra idiotez que le viniera a la cabeza para confundir al Padre Ortiz.

Finalmente llegó la hora de los primero exámenes trimestrales y el Tío L hizo un exámen en donde preguntaba: Cual es tu carro favorito?, que se puede hacer con 1.257.890 cajas de clips? y coloca el nombre de tres corredores de Fórmula 1. Todos los alumnos salieron muy bien y el Padre Ortiz estaba muy contento. El Tío L con su sinverguenzura usual firmó las actas y simplemente inventó un Número de Carnet expedido por el Ministerio de Educación.

Todo iba sobre ruedas hasta una mañana cuando el Padre Ortiz interrumpió una clase de Uncle L, lo llamó afuera y de un bofetazo le tumbó el bombín, y le dijo "farsante, mentiroso, inconsciente, sirvenguenza, inmoral", "váyase de aquí, usted ha traicionado mi confianza y la de sus alumnos", "además ahora el Ministerio de Educación nos ha multado y van a mandar a un Profesor Bolivariano a dar clases, y a causa de la multa no podemos ahora remodelar la Iglesia a la cual le íbamos a poner un gimnasio, un salón de juegos de video y nos íbamos a comprar 3 BMW para pasear por Caracas y eso también ha quedado descartado", "fuera de aquí cuatrero, bandido". El Tío L que nunca ha reaccionado bien a los problemas le dijo al Padre Ortiz "mira Ortiz, me tumbastes el bombín de mi Tío Tomás y eso no te lo perdono, tu crees que tu puedes tratar así a la gente porque sí, no no, tu estas muy equivocado", el Padre Ortiz no podía creer tanta zanganería y le dijo "mire señor o se va de aquí o llamo a la Policía", entonces Uncle L se sacó del bolsillo una botellita con aceite de carro piche y se la echó encima al Padre Ortiz a quien inmediatamente se le empezó a derretir la sotana, en la confusión y ayudado por la gritería de los alumnos que decían "Vamos Leopold, dale duro, eso es, échale ácido al cura", el Tío L recogió el bombín y salió corriendo hasta llegar a Plaza Venezuela.

El Padre Ortiz ya más calmado aunque oliendo a taller mecánico revisó el expediente del Tío L para poner la denuncia en la PTJ, allí se encontró con los siguientes datos:
Nombre: Armando Martínez.
CI: 234.590.
Profesión: Chofer y hablador de bolserías.
Dirección de Habitación: en algún lugar de San Antonio de los Altos.
Teléfono: ja-ja-ja-ja-ja........

El Padre Ortiz no pudo seguir leyendo, simplemente había sido burlado por Uncle L y su BMW ahora tendría que esperar......