Las aventuras en el planeta azul

Policarpio me hace llegar esta fotico del Tío G en uno de sus tantos negocios fallidos.

Corría el año 68 y no se sabía si Gustav Ignazius se iba a graduar de bachiller, Boutros molesto pero tratando de ocultar los desbandes de Gustav le prestó Bs. 15.000 para que armara un negocito y le dijo "Hijo, usa los reales con juicio e inteligencia".

Las palabras de Boutros eran algo así como decirle a un niño de 3 años que coma broccoli y chayota en vez de helado de chocolate y chupetas, Gustav simplemente no podía usar los reales ni con juicio ni con inteligencia. Gustavito agarró el cheque y se fué para el Banco del Caribe, abrió una cuenta y sacó un crédito por Bs. 50.000, se montó en un carrito por puesto y se fue a la Ford, compró un camioncito y se lo llevó a un amigo para que se lo pintara de amarillo, pasó por el Almacén de su abuelo, le pidió unas telas prestadas y le dijo "No abuelo prepárate que ahora si me hago rico", el abuelo quien de verdad sabía de negocios pensó "menos mal que esas telas no me van a sacar de abajo porque ya las perdí", se fue a la costurera, le hicieron su gorrito y su trajecito, a todas estas tenía a su hermano Leopold haciendo helados de toddy y jugo de mango en la casa, recogió el camioncito y fundó "Gustav Ice Cream, C.A.."

Al día siguiente se levantó sacó los heladitos del congelador los montó en su camioncito y se fué a trabajar, estuvo dando vueltas todo el día y no vendió un helado, la música del carrito era una salsa de Boby Capó y no atrajo a los niñitos, más bien lo insultaron por toda Caracas.

Volvió a tratar, ahora con una música más adecuada, y finalmente una señora compró un helado para su pequeñuelo, el infante al probar el helado de Toddy dijo "eto chabe a gracha y acheite", la señora lo probó y le dijo "te voy a meter preso, vender helados que saben a taller mecánico, tu estás loco, me ibas a matar al niñito", Gustav no sabía que hacer y dijo "a bueno sino le gusta no se lo coma, pero a mi me paga mis Bs. 1.50." La señora enfurecida le tiró el helado contra el camioncito, no le pagó y le metió un carterazo para que respetara.

Gustav volvió a su casa, le dió una zurra a Leopold y se asoció con su hermana Elvoir para hacer nuevos helados, hicieron helados de jugo de naranja, de toronja y de ovomaltina. Gustav tuvo la brillante idea de irse a vender los helados en el Barrio Ojo de Agua pues según sus conocimientos económicos en los barrios se come más helado que en las urbanizaciones pues a la gente le da mucha sed al subir las escaleras interminables de los barrios. No tenía dos minutos en "Ojo de Agua" cuando un malandro se le acercó, Gustav le dijo "que quieres mi pana?", el malandro sacó un revolver y le dijo "el carrito, los helados y hasta me das el uniformito ridículo ese que se lo voy a regalar a una noviecita que tengo por ahí". Gustav no tuvo otra que darle las llaves del carro y el uniforme. Volvió a su casa, sin camioncito y sin negocio, sin uniforme y sin esperanzas, se acordó que había pedido el crédito y le habían quedado Bs. 5.000, se fué a la Tabacalera "Astor" y se compró 1235 cartones de cigarros para hundir las penas en el humo.

Ya era de tarde y sonó el teléfono, contestó Boutros, "Buenas tardes", "si buenas tardes señor es del Banco del Caribe se encuentra Gustav Ignazius D'ibzes?", "si quien lo llama?", "el departamento de créditos del Banco del Caribe, para recordarle que debe empezar a pagar el crédito en 15 días", " que crédito? gritó Boutros", "mire señor, Gustav pidió un crédito por Bs. 50.000 para montar su negocios de helados" "de que?, helados?, eso no puede ser...", el ruido de la puerta lo interrumpió, entró Gustav tapado con un periódico y con una maleta llena de cartones de cigarros, Boutros lo miró de arriba a abajo, soltó el teléfono y se abalanzó sobre Gustav, éste logró esquivarlo, pero Boutros pateó la maleta y los cartones de cigarros volaron, Boutros sacó un fósforo y les prendió fuego no sin antes quedarse con 5 cartoncitos.

Después de cenar, Boutros llamó a Gustav, le perdonó la deuda y le dijo que ya había hablado con el banco para pagar el crédito en cómodas cuotas. La única condición era que jugara con él al General Alemán, Gustav jugó al Teniente Schamauzer esa noche, se fué a dormir y a la mañana siguiente volvió a pedir prestados otros Bs. 15.000 a Boutros, esta vez el negocio era hacer sacapuntas que fueran radio y destapador...