Las aventuras en el planeta azul

Foto nunca antes vista me hace llegar Policarpio del Rey Yajub y del Tío G.

Cuenta la historia que Gustav Ignazius había sido molestado en el colegio por los Plaza y los Branger y ante esta situación decidió tomar venganza y construyó con la ayuda del Tío L un lanza cohetes poderosísimo.

Una tarde apacible al llegar del colegio se colocó su casquito y se dirigió al jardín dispuesto a acabar con los hogares Plaza y Branger, su hermano Yajub sabía que algo andaba mal pues Gustav siempre tan vivaracho andaba muy quieto y tomó uno de los rifles de asalto que mantenía Boutros Josep en el sótano de la casa para luchar contra las Fuerzas Perejimenistas.

Lamentablemente Yajub no logró llegar a tiempo pues el muy molesto Gustav ya había disparado el misil con cálculos realizados por Leopold Ignazius (ahí estaba el error pero Gustav estaba ciego por la ira).

Gustav descansaba y leía una novelita de "Bonanza" cuando se oyó una voz gruesa y fuerte gritando en la puerta, la voz decía así "Yeu que se crei vose, me han destruido el abastu", Gustav se paró y fué hacia la puerta y lo que vió fue la cara del Portu Joao del Abasto Fátima que quedaba detrás de la iglesia Santa Eduvigis (foto vista arriba).

El molesto Joao continuaba profiriendo insultos "Vais a ver, te voy a matar Gustav, esta veis no te perdonu, me volastes medio abastu, no te fío mais cigarros".

En ese preciso instante apareció Boutros Josep quien llegaba de los tribunales en donde había introducido una demanda contra la humanidad y se encontró con Joao dándole golpes a la puerta del Palacio de Santa Eduvigis.

Boutros que nunca preguntaba sino que actuaba pensó que Joao estaba tratando de atracar la casa y sacó su revolver .38 y empezó a echar tiros a diestra y siniestra, el pobre Joao corría sin entender el porque del nuevo ataque a la vez que su mente le jugaba trucos pensando que toda la venganza de los D'ibzes se debía a unos tomates medio pasados que les había vendido unos días atrás, Joao totalmente confundido gritaba "nu me mate Don Boutros, nu me mate por favoir, yo le mandu 10 kilos de tomates, peru nu me mate", mientras Boutros gritaba "Fuy Fuy carrizo, fuera portugués, fuy fuy, Gustav échale los perros, Yajub busca los rifles, Petrus llama a la Seguridad Nacional, Leopold resguarda a tus hermanas, fuera portugués, anda pa' Madeira".

Finalmente Joao consiguió escapar pensando que él era el culpable por los tomates podridos, al entrar a la casa Boutros demandó saber que había pasado a lo que Gustav le dijo "No Papá ese Joao, nos vendió esos tomates podridos, casi nos envenena, yo tenía que defender el honor de la casa" a lo que Boutros respondió "muy bien hijo, muy bien y se sacó 5 Bs. del bolsillo y le dijo aquí tienes para que te compres unas estampillas".